Porque a veces no sobran las palabras, ni las bonitas... ni las feas.
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martes, 25 de diciembre de 2007

*Miedo a volar... lógico*

Nos extrañamos de que en los "modernos y avanzados" tiempos que corren hayan aún accidentes aéreos, motores que dejan de funcionar en el aire, comandantes incapaces de tomar el control de su nave y otras desgracias de lo más variopinto en lo que concierne a los aviones. Bueno, tampoco es tan sorprendente a juzgar por lo leído en un anuncio que encontré hace unos días en el diario ABC:



Sí, no se os han empañado las corneas. Air Europa nos dice que la edad media de su flota es de 3,5 años de edad. Es decir, bebecitos casi de teta. Y todavía tienen el recochineo de englobarlo en un apartado llamado "Seguridad".

Y mi reflexión es: ¿no es esto explotación infantil? Más allá, ¿para qué perdieron el tiempo los creadores de este anuncio estudiando 5 años de Publicidad?

lunes, 24 de diciembre de 2007

*Jou jou jou*


Después de varias semanas siendo bombardeados con luces intermitentes, stands a rebosar de barras de turrón de mil y un sabores, anuncios de colonias y juguetes, y mareas humanas en la calle Preciados, ahora sí que sí, que ya llegó de verdad...

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Un fuerte aplauso para el gordo vestido de rojo, que llegará esta noche para traer regalos... si es que antes no queda embutido en alguna chimenea.

domingo, 23 de diciembre de 2007

*Lotería de Navidad*

Este año me han caído 5€ de una participación que me regalaron en la lotería de Navidad. Es la primera vez que me toca tanto dinero. Para celebrarlo, anoche invité a una mariscada a mis amigos y familiares, bien regada con champán francés. Luego nos fuímos a las discotecas más selectas y de moda, durante una larga noche de bailoteos y descontrol. Hoy ya ando negociando la compra de una lujosa mansión en Marbella y de un coqueto chalet en Montecarlo. Mis vacaciones las pasaré en mi pisito en el centro de Roma, y en mi duplex de 600 m2 en una zona privilegiada de Madrid ya he instalado el ascensor que comunica los diferentes pisos y los enormes jacuzzis en mis cinco cuartos de baño. He encontrado a la masajista china que vendrá a casa 3 veces por semana, y tendré que comprarme un armario vestidor, porque mis trapitos de alta costura ya atestan el actual. Mi mercedes de gama no alta, sino estelar, ocupa por fin mi plaza de garaje.
¡Qué bello es que toquen 5€!

martes, 18 de diciembre de 2007

*La libreta de periodista*

Ella es una estudiante veinteañera que posee un preciadísimo bien: su "libreta de periodista". En realidad dicho objeto no tiene nada de especial, pues no deja de ser un montoncito de hojas cuadriculadas unidas con una espiral de metal y con dos sencillas tapas de cartón; pero al abrirla se descubre el por qué ella se siente tan apegada a su libreta. Y es que dentro están, así indicadas, las "cosas que hacer" de cada día; con su pequeña y descuidada letra en azul se hallan pequeños relatos que ella escribe apresuradamente en la calle, en el metro, en cualquier lugar donde sea que le vienen las ideas a la cabeza, porque sabe que tan pronto como vienen se van. Copiados primorosamente están los meses del calendario, con redondeles a lápiz que indican las fechas de los próximos exámenes. Más allá, a solo unas hojas, hay saludos y absurdas frases garabateadas por sus compañeras y dibujos de los profesores. Una dedicatoria firmada de su novio. Frases que la impactaron de los libros que lee. Números de teléfono aquí, alguna entrevista allá, incluso anotaciones de conferencias y seminarios. En esa libreta están los apuntes de su vida, desordenados e íntimos. A muy pocos les enseña el contenido.


Su libreta es tan especial que incluso cortó unos viejos pantalones para hacerle una funda, cosida con prieto hilo azul y con un cordoncito para atarla. Ahora la fundita está vieja y le va a hacer una nueva, pero tiene un broche con la forma de una libretita para decorarla.


Ella es la persona que se sienta a nuestro lado a diario desde hace cuatro años. Hoy va por ti. Para que podamos seguir escribiendo, ahora y siempre, en la contraportada: "Aquí comienza la libreta øculta de Char".

lunes, 17 de diciembre de 2007

*Manzanares*

Es curioso cómo hay lugares con los que nunca te has identificado, y sin embargo recordarlos mueve algo dentro de ti. Me pasa con ciudades del extranjero como Praga, que me traen a la memoria unos días maravillosos..., pero también me ocurre con Manzanares, un pueblecito de unos 16.000 habitantes de Ciudad Real en el que vivi toda mi infancia. Nunca me sentí identificada con la cultura castellano-manchega, ni fui una especial fan de las migas o del pisto, y ni siquiera llegué a usar determinadas expresiones propias de allí (al contrario de lo que me ha ocurrido con Madrid, que sí la siento mía). Pero el pensar en ella, el ver una fotografía del pueblo, o el hecho de retornar para una visita hacen que se me acelere el corazón, y entiendo que en el fondo llegué a encariñarme mucho con aquellas calles por las que anduve durante tantos años.


Hace poco más de una semana regresé y vi de nuevo caras de manzanareños que siguen siendo mis amigos a pesar de que hace tanto que me marché. Otra vez recorrí el camino que todas las mañanas seguía para ir al colegio, y observé desde fuera el balcón de la que fuera mi casa. Paseé por el parque del Polígono, y vi que pocas cosas habían cambiado. Pregunté por personas de las que hace mucho que no sé nada, y me dijeron que algunas seguían igual, que otros se habían marchado, y que otros tantos habían cambiado tanto que incluso hay quien a día de hoy tiene un bebé.


Encontré el agujero de un árbol donde Alexandra y yo metiamos papelitos que contenían nuestros deseos y monedas que los harían realidad. Descubrí que la calle empedrada ya no tiene las baldosas blancas y rojas que jugaba a sortear según su color. En los antiguos cines ahora existe una perfumería. Yolanda cambió de casa; Perete, aquel viejito gruñón del kiosko, ya se murió. Y el pueblo allí sigue, con sus abundantes casitas encaladas, rodeado de llanuras cubiertas de vid, esperando las caras nuevas que están por nacer y las antiguas que allí moran o que retornan para un sorpresivo recogijo del alma.

domingo, 2 de diciembre de 2007

*I ricordi d'un'era*

En julio de este año que está a punto de acabar (puesto que ya hemos entrado en esta recta final llamada diciembre) viví una de las mejores experiencias de mi vida: un mes en Bologna haciendo un curso en su universidad de Cultura y Lengua Italiana. Era la primera vez que viajaba sola al extranjero, apenas sabiendo italiano y sin conocer a nadie en mi punto de destino. En otras palabras, iba muerta de miedo, con los típicos "¿y si...?" en mi cabeza. Sin embargo, muy pronto hice buenas amigas con las que me adentré a conocer esa maravillosa ciudad de la Emilia Romagna, y otras como Ravena, Ferrara o Venecia, y el idioma nunca fue un impedimento. Cuando ibamos en autobuses, mezclando italiano, español e inglés, la gente nos miraba sorpendida, y no era para menos, porque parecíamos un chiste: éramos una americana, una suiza, una alemana, una austríaca y tres españolas.

Ahora que ya ha pasado medio año me doy cuenta a veces de lo que me gustaría regresar al pasado, a esos días de 36º de temperatura en las calles de Bologna, con una cerveza en la mano del Party Hour. Y es que se echan de menos:

-Las conversaciones con Evelyn, sólo comprensibles en inglés, que me enseñaba palabras en italiano y alemán.

-Los fabulosos helados de Gianelli, especialmente el "che fatica farlo" ("qué pereza hacerlo").

-Las tortillas de patatas que hacíamos las españolas en la resi y que Michael devoraba.

-La sangría Don Simón y el tequila en el parque frente a la residencia, con su consiguiente resaca. Creo que fui la única que al día siguiente logró sobrevivir a la visita al Palacio Caprara.

-Las palomas que a Ana la volvían loca..., en el sentido literal de la palabra.

-La vista de Bologna desde la torre degli Asinelli.
-El aperitivo bolognés en via Marsala, y el camarero que revolucionó a Ana.

-L'osteria dell'orsa.

-El día en la playa ¡y lo que nos quemamos!

-Ana y sus panini, y su bici rota, y su risa. Y sus cabreos por culpa de la profesora.

-Idoia y su Ipod. Y las fotos a las 8 am, véase zumo metida en la cama.

-Evelyn cuando se adentraba en las profundidades de su fantástico mundo yupi.

-Los laureatos.

-El canto gregoriano en Santo Estefano... había que ponerlo porque fue toda una experiencia...

-Las conversaciones via msn que manteníamos en la sala de ordenadores para hacernos reír en medio del silencio.

-Los paseos descubriendo callejones desiertos en Venecia.

-La birra rosa.

-La fantástica guia que tuvimos.

-La búsqueda de la máquina de pasta.

-La subida a San Luca. Mortal. Literalmente.

-El rapto del bote de Nutella. Y el gran desayuno.

-Los equilibrios con una botella en la cabeza.

-La ciudad de Ferrara... ¿Quién nos engañó?

-El "eri piccola... piccola... piccola... così" que a Sarah le encantaba.
-Manual d'amore due y el vídeo de ¿seguro que los italianos son iguales al resto de europeos?

Ci vediamo presto, a voi due vi ho qui in Spagna, a Sarah chi vendrá a habitare qui a Madrid per un semestre... è sempre ci rimanerà... Bologna!